En este siglo XXI un país ribereño como el nuestro, no puede seguir dándole la espalda al mar y dejar de considerar la biotecnología azul, gestión del ecosistema, explotación sostenible de los recursos naturales marinos y en ese contexto el rol del buque de investigación científica “Aldebarán”.
En julio de 2019 en el semanario Búsqueda con el título “Todos en busca de un barco” se publicó un artículo sobre la necesidad imperiosa de sustituir el buque de investigaciones “Aldebarán” de la Dinara por las condiciones acotadas de dicha plataforma.
Ante la expresión vehemente del entonces director de la Dinara, publicadas en el semanario, quedaba literalmente expuesto el estado del Aldebarán: “le falta todo”. Por eso cree que “hay que cortar por lo sano y comprar un barco nuevo… No es un barco ni siquiera que valga la pena pensar en adaptarlo”, sentenciaba Andrés Domingo, director de la Dinara en 2019.
Sin embargo, hacía más de una década que no solo la Dinara, sino la propia Facultad de Ciencias planteaba el mismo problema ante la insensibilidad de las autoridades para intentar “mostrar interés”, al decir del Sr. Domingo, ante la comunidad internacional y conseguir eventuales apoyos.
Pero tampoco habría sido por falta de dinero, pues el mismo director reconocía que con lo que recaudaba Dinara por permisos de pesca, bien podría perfectamente pagar un préstamo de “aproximadamente un millón de dólares por año”, según lo expresado a Búsqueda.
A lo que agregaba: “Quizás no hemos sabido trasmitir la importancia que tiene un barco de investigación”. Pasó el tiempo y luego de casi cuatro años de la actual administración de gobierno con Jaime Coronel como director de la Dinara, el buque Aldebarán quedo atado a muelle y abandonado, sin que a nadie se le moviera un pelo y nuestro mar sin ser surcado por naves de investigación propias, y nuestros técnicos sin información para procesar y actualizar, en el mejor de los casos solicitándola a otros.
Mientras tanto hace algunos meses se produjo el relevo del director Coronel luego de una auditoría que detectó varios problemas en la gestión e incluso recibió múltiples cuestionamientos que incluyeron la solicitud de destitución del jerarca por la misma Cámara de Agentes Pesqueros Extranjeros. Fue así que asumió otro director de Dinara, Álvaro Irazoqui, pero el tema de la imperiosa necesidad de disponer de un buque de investigaciones pesquera sigue brillando por su ausencia.
En fin, en más de una década parece que poco han interesado los trabajos de investigación de los estudiantes de la Facultad de Ciencias e investigadores en el área oceanográfica, tampoco la Dinara para los múltiples estudios de los recursos ictícolas a profundidades que el Albedarán, ni remotamente llega con su instrumental obsoleto. A esto se suma las inexistentes capacidades de procesamiento y mantenimiento de muestras extraídas del mar, como también los inadecuados laboratorios de seco y húmedo, entre diversas carencias de otros equipos…
Según los dichos del director de la Dinara de la última administración frenteamplista, se habría trabajado para dejar una carpeta con información para el actual gobierno que asumió en el 2020, a fin de analizar diferentes posibilidades de adquirir a la brevedad un buque de investigación, dada la acuciante situación del entonces Aldebarán en sus últimos viajes. No obstante, pasaron nuevamente los años de gobierno de la actual administración y nada se hizo al respecto.
Nos quedaba aún tener “esperanza” en quienes asumieron responsabilidades en el actual gobierno y apelar a su sensibilidad ante este gravísimo problema para el país. Hoy nos sentimos totalmente defraudados….
Por eso queremos gritar a todos los vientos, dejen de dar las espaldas al mar, miren más allá de la playa, pues parece que las autoridades de gobierno desconocen que nuestro territorio marítimo, ese que han abandonado, es mucho más extenso que el terrestre.
En fin, por no tener un solo buque de investigaciones pesqueras, desconocemos nuestras riquezas ictícolas y sin embargo hablamos de protegerlas y aplicar planes para hacerlas sustentables.
Nuestros vecinos argentinos que pescan en aguas de la zona común de pesca, que incluye aguas uruguayas en el marco del Tratado del Río de la Plata y su Frente Marítimo, disponen de varios buques de investigaciones pesqueras con unidades de última generación incorporadas recientemente.
Estos buques realizan anualmente múltiples campañas de investigación para determinar las cuotas de extracción, la trazabilidad, el mantenimiento del ecosistema analizando todas las especies y su comportamiento en las diferentes épocas del año, etc.
Mientras tanto, parece que al Uruguay los recursos marinos propios, que conforman parte del “interés general” de todos los orientales, poco les interesan a los gobiernos de turno. No obstante, vamos a seguir insistiendo, pues tenemos la convicción que el mar es vital para el futuro de la humanidad.
Corsario Artiguista
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